martes, 28 de septiembre de 2010

¿Por qué nos comunicamos diferente?

Neurobiología:
Con motivo de la creación de este blog me transforme un una devora artículos de internet y libros con nombres rebuscados y rimbombantes de la biblioteca central mi casa de estudios, si digo mi y qué.. que venga alguien y me la quite. Bueno en fin, leí un articulo, más científico que me parecio digno de traerlo a colación;  publicado en el diario el país en donde Alberto Ferrús, doctor en Biología y subdirector del Instituto de Neurobiología Ramón y Cajal del CSIC, en Madrid, y María José Barral, profesora de Anatomía y Embriología Humanas de la Universidad de Zaragoza, conversaron de una forma más didáctica y con una terminología más cercana sobre la división que comúnmente se hace entre hombres y mujeres desde el aspecto neurológico de cada uno.
Numerosos estudios han buscado diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer, y las han encontrado, pero los neurocientíficos están lejos de poder ser categóricos en sus conclusiones, ¿Cuáles son esas diferencias y cómo influyen en el comportamiento?
"Para empezar, las diferencias cerebrales entre los miembros del mismo sexo suelen ser superiores a las que hay entre los dos sexos", sostuvo la profesora Barral. Luego todo es muy relativo y además hay mucha ideología: "Se ha dicho que la diferenciación sexual masculina es activa, porque está vehiculada por el cromosoma Y, que las mujeres no tienen, y por tanto la diferenciación de la mujer sería por defecto, un enfoque absolutamente sesgado". Barral hizo acopio de las diferencias descritas en los manuales de medicina. Entre ellas se señala que el cerebro de los hombres madura antes y que es de mayor tamaño. "Es curioso que se pretendan inferir diferencias funcionales del tamaño del cerebro y no del hígado o de otros órganos", ironizó Barral. Ferrús recordó que el mayor tamaño del cerebro masculino es proporcional a su corpulencia y que en el reino animal hay cerebros mucho mayores con menos prestaciones.
Se ha descrito también que las mujeres tienen más materia gris y los hombres más materia blanca, con interpretaciones diversas. Y que procesan de forma diferente la serotonina, un neurotransmisor implicado en los mecanismos de recompensa, es decir, en la sensación de bienestar y felicidad. Parece que, en situación de estrés, la disminución de la seorotonina se asocia en los hombres a un incremento de la agresividad y en las mujeres a un aumento de la depresión. Eso podría estar relacionado con la diferente incidencia de dos enfermedades mentales en las que se produce una alteración de la producción de serotonina, la esquizofrenia y la depresión, la primera más frecuente en los hombres y la segunda en las mujeres. Pero tampoco es seguro.
¿Y qué ocurre con la inteligencia? Se ha dicho que los hombres tienen más desarrollado el hemisferio izquierdo, es decir, el cerebro racional, y las mujeres el área del lenguaje y el hemisferio derecho, que es el que controla la vida emocional. "De eso se ha extraído que las mujeres son más  impredecibles, lo que ha tenido consecuencias clínicas, como una mayor prescripción de ansiolíticos a las mujeres", sostuvo Barral. En todo caso, ahora se sabe que hay más inteligencias que la meramente racional e incluso se habla de la importancia que tiene la inteligencia emocional. Luego todo sigue siendo relativo. "Aunque existen diferencias cerebrales, ninguna de ellas justifica las acciones que en su nombre se toman", sostuvo  Alberto Ferrús.
El científico recordó que una sinapsis cerebral -contacto entre dos células a través de un neurotransmisor- puede construirse o reconstruirse en 24 horas: "El cerebro es una compleja máquina que está cambiando constantemente y algunas estructuras se modifican en un día". Cuando más cambia es en los primeros años de vida. "El cerebro triplica su peso entre el momento de nacer y la pubertad. Ahora sabemos que la maduración sigue unas pautas determinadas, que hasta los siete años existen unas ventanas, con un inicio y un cierre, idóneas para determinados aprendizajes. Cada habilidad cognitiva tiene un momento de adquisición, de ahí que no tenga sentido la estimulación precoz.
La cuestión es: ¿se nace con las diferencias o se hacen? "Se nace y se hacen", responde Barral. "Nacemos con cerebros diferentes, pero el cerebro humano es muy inmaduro al nacer y no termina de madurar hasta bastantes años más tarde, de modo que las condiciones ambientales también nos hacen diferentes. Las diferencias tienen causas genéticas, hormonales y ambientales, y todas son igual de importantes".

1 comentario:

  1. Hola, Este me parece un tema muy interesante, tiene una gama muy amplia de opiniones, la mayoría desde la ignorancia o desde el sexismo, hombres y mujeres manifestando que nuestras diferencias tanto intelectuales como emocionales van acompañadas de la biología, beneficiando obviamente a su respectivo género, sin embargo creo que estas son el resultado de diferentes vivencias particulares de cada ser humano, sería muy simple y tal vez injusto creer que somos solo resultado de lo que nació de una manera, que no hay cambio ni evolución.
    Tal como dice el doctor Barral, hay comportamientos, aptitudes y patrones genéticos y hormonales, pero soy una convencida de que el ambiente y estímulos son los que forman a un ser humano, para mi, los más importantes y relevantes en la formación de una persona.
    Un artículo interesante, que da para un gran debate.

    Saludos

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